jueves, 23 de junio de 2016

PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO Y CULTURAL EN UNA ZONA AL NORTE DE LA PROVINCIA DE ZARAGOZA.


HISTORIA, ARTE Y TURISMO CULTURAL 

EN UNA COMARCA FANTÁSTICA : LAS CINCO VILLAS.



El apellido “histórico” que se aplica a muchos lugares y pueblos no siempre responde a la realidad. No es el caso de los que hay en la comarca de las Cinco Villas (Zaragoza), donde el pasado puede leerse en cada piedra, pavimento y pieza de mobiliario. Hoteles situados entre épicos paisajes y localidades donde se forjaron parte de los orígenes de nuestro país.


Si la Reconquista debió ser una tarea ardua, dura y sangrienta, la de repoblar las nuevas tierras de los reinos cristianos no habría de resultar menos complicada. Por eso los monarcas de aquellos territorios que, con el tiempo, acabarían uniéndose bajo el nombre de España se vieron obligados a otorgar prebendas y privilegios y, de esta forma, lograr que miles de colonos se asentaran en lugares que nada tenían que ver con su historia personal y familiar.

 La comarca de las Cinco Villas (Tauste, Ejea de los Caballeros, Sádaba, Uncastillo y Sos del Rey Católico, junto a otros 26 pueblos, barrios y aldeas) es buen ejemplo de lo que supuso esta colonización, pues tras su paso del islam a la cruz gozó de numerosos privilegios reales (exención de tributos, derechos de peaje, reconocimientos como villas…). 


La riqueza generada por esas prebendas se percibe hoy, sobre todo, en la calidad de la piedra dorada con que fueron construidas buena parte de sus casas e iglesias y por las obras artísticas que aún albergan muchas de esas construcciones.

De entre todas esas poblaciones brilla especialmente Sos, a la que en tiempos de Alfonso XIII se le otorgó el apellido del Rey Católico, como reconocimiento a que fue en ella donde nació Fernando de Aragón. 

La localidad, aupada a una peña desde la que se divisa una impresionante panorámica que abarca desde la Sierra de Leyre y los Pirineos navarros a la inmensidad del valle del río Aragón, alberga notables edificios históricos protegidos. Algunos de ellos han sido reconvertidos en hoteles y alojamientos rurales que han dado un nuevo uso (y vida) a sus piedras.

Ubicada al noreste de Zaragoza, esta comarca está enmarcada en paisajes dominados por sierras, valles, ríos y bosques. En cada uno de los pueblos que se asientan en la zona podemos disfrutar del importante patrimonio arquitectónico romano y medieval: visigodo, románico, gótico, barroco, mudéjar y judío.



Sólo pasear por los cascos antiguos de las más de 30 urbes de la comarca ya es un paseo por la historia, recorriendo calles, plazas y barrios de época medieval.

Destacan en la zona innumerables castillos, fortalezas, iglesias, ermitas, baños, murallas y arquitectura civil. Para ampliar los conocimientos, en la región se pueden visitar más de diez museos y centros de interpretación arquitectónicos y etnográficos.

Cada pueblo de la Comarca tiene su rica historia y su patrimonio, en según que casos “excepcional”, por lo cual necesitaríamos varios artículos o blogue, para poder presentar y explicar tanta maravilla cultural… voy ha intentar dar unas pequeñas pinceladas para que os hagáis una idea general.



Granero de la España romana, la Comarca guarda importantes vestigios históricos: lo romano y lo románico se enseñorean en la zona. 

El rey aragonés Alfonso I el Batallador convoca Cortes en Ejea, se proclama Emperador y concede fueros "por la dignidad de quienes la repoblaron". 
El cereal fue su seña de identidad económica, cuyo rendimientio mmultiplicó la puesta en marcha del Canal.Ejea de los Caballeros, tercera población de la provincia de Zaragoza en número de habitantes, da la bienvenida al viajero con su torre almenada de la iglesia-fortaleza de El Salvador, poblada en primavera de infinitos nidos de ciguëñas, y el paseante descubre palacios renacentistas, las calles de Mediavilla o Herrerías, los barrios del Cuco y la Corona, de ambiente tradicional. Aunque lo suyo es el cereal, tiene como patrona a la Señora de la Oliva. 


A unos kilómetros, en Farasdués, fue bautizado Martincho, el torero inmortalizado por Goya.
En las estribaciones de las Peñas de Santo Domingo, tras el Moncayo, está Luesia, presumiendo de románico en iglesias y ermitas. En Biel el conjunto monumental de su iglesia entusiasma, y en la histórica Luna a los templos hay que añadir tres palacios góticos y renacentistas. El Santuario de Monlora, ofrece desde su altura un excepcional otero para dominar una parte del condado.
No hay que olvidar Castiliscar, conjunto de castillo e iglesia con tallas románicas excepcionales y más que admirable sarcófago antiguo romano. 
Más testimonios romanos en Layana, con el acueducto de los Bañales y los restos de las Termas, o el increíblemente bien conservado mausoleo de los Atilios. 
En Sádaba el viajero admirará por igual su perfecto castillo y sus deliciosas tortas de manteca; en Tauste, la más meridional, tendrá su primer encuentro con el mudéjar, con la torre octogonal de Santa María.


 Uncastillo ha estrenado recientemente un centro de interpretación de todos sus bienes culturales, iglesias y castillo, convertidos en Territorio-Museo dentro de un ambicioso plan europeo de recuperación histórica en el mundo rural.

Espero que este reportaje sirva para despertaros la curiosidad y las ganas de visitar esta Comarca, plagada de historia,arte y leyendas. Leyendas que os subiré próximamente en videos no muy largos como siempre.

"En vivo y al natural las Cinco Villas embrujan".




viernes, 10 de junio de 2016

UN PUEBLO IDEAL PARA COMBATIR EL ESTRES.




Rubielos de Mora:
Uno de los Pueblos más Bonitos
de España.



Que Rubielos de Mora es bonito, lo sabemos hace mucho tiempo, pero ahora luce un par de carteles en la entrada del pueblo para que se entere todo el mundo.
La población de Rubielos de Mora, junto con otros treinta y cinco pueblos de España, de los que seis están en la provincia de Teruel; Albarracín, Calaceite, Cantavieja, Puertomingalvo, Valderrobres y el protagonista de este escrito, Rubielos de Mora, ostentan el calificativo de “Uno de los Pueblos más Bonitos de España”.

Rubielos de Mora es una de las pocas localidades en España, y la única aragonesa, perteneciente a la red de «Ciudades Slow».




EL TURISMO DE LA CALMA
El movimiento italiano Cittá Slow reivindica un turismo sostenible que ponga de relieve las tradiciones más arraigadas a un lugar. En España, sólo seis pueblos han conseguido esta distinción, entre otras cosas por tener menos de 50.000 habitantes, ser amables con los turistas y promover el consumo de ingredientes autóctonos.

¿Qué hace que Rubielos de Mora en Teruel sea tan especial?
Conseguir este título no es fácil, como en todo concurso de belleza hay que pasar varias cribas y muchos son los que se quedan en el camino.

Tener menos de 15.000 habitantes, tener sus calles limpias, contar con patrimonio arquitectónico, el estado de conservación de las fachadas, el cuidado de flores y jardines, los carteles… Son solo algunos de los requisitos que, Rubielos de Mora supera con creces.

Rubielos de Mora es una población perteneciente a la Comarca de Gúdar-Javalambre, en el Sistema Ibérico, a 62 kilómetros de la capital de Teruel.

Por estar situada en una encrucijada geográfica, cultural y económica, se la denomina «Pórtico de Aragón».


El origen moderno de Rubielos de Mora se remonta al siglo XII. En 1248 Jaime I incorporó la población al reino de Valencia. En 1270 pasó definitivamente a pertenecer al reino de Aragón, convirtiéndose en uno de los núcleos turolenses más importantes durante la Baja Edad Media. Pedro IV El Ceremonioso la convirtió en villa en 1366.
Amurallada en la antigüedad, se conservan dos de las torres-puerta que daban acceso a la villa; El Portal del Carmen y el de San Antonio.


El casco histórico de Rubielos de Mora es una suma de edificios civiles y religiosos. Uno de los más bellos es el del ayuntamiento, con un patio interior y lonja, el cual sirve de zaguán a la oficina de turismo y demás dependencias del consistorio que, en conjunto, forma uno de los rincones más admirados de la villa, portada de su folleto turístico. El entramado de sus calles es de origen medieval y por su estado de conservación ya recibió el premio Europa Nostra en 1983. 

En los meses estivales, muchos de los zaguanes de casas, casonas y palacios, permanecen con las puertas entreabiertas, para que los visitantes puedan contemplar los detalles decorativos y, en algunos casos, la amplitud de los mismos. Es esta una peculiaridad de la villa que sorprende al forastero, al igual que las farolas de forja del alumbrado público de intramuros, pues no hay dos iguales, cada farola una historia.


También son admirables varias obras que se encuentran repartidas por la población del escultor rubielano José Gonzalvo Vives; la imagen del rey Pedro IV «El Ceremonioso», en el interior de la lonja del ayuntamiento, el monumento al Toro Embolado, en la plaza del Carmen, el dedicado a laGuardia Civil, a las puertas de la casa cuartel y el Monumento a la Paz, junto a las antiguas escuelas.

En Rubielos de Mora se celebran varias fiestas a lo largo del año, una de las más multitudinarias es el Fin de Semana Medieval, a finales de agosto, en el que el casco histórico de Rubielos de Mora viaja al pasado y se convierte en el decorado perfecto de artesanos, juglares y caballeros templarios, y en el que no falta el toro jubillo.



Rubielos de Mora es punto de sellado del salvoconducto del Camino del Cid y es la puerta de entrada a los anillos del Maestrazgo y de Morella.



No muy lejos de aquí, a unos 40 km, se encuentra Puertomingalvo otra de las poblaciones que puede presumir de ser “Uno de los Pueblos más Bonitos de España”... pero este pueblo es tema para otro artículo...